
Pero pasando de lo anecdótico a lo serio, ha pasado más de una hora y el servicio telefónico celular aun no es restaurado. Es decir, no he podido comunicarme con nadie de mi familia, y ellos tampoco debido a la misma falta de servicio (están todos bien en mi familia, ya logre comunicarme con ellos vía telefonía tradicional). Ya es algo natural y esperado no poder contar con servicio al ocurrir eventos naturales. Pero lo que quiero poner sobre el tapete es quizás algo más macabro. Hace unos meses ocurrió un sismo catastrófico en ICA, Perú. Uno de los conflictos más graves asociados a la catástrofe fue sin duda la falla en el servicio de comunicaciones celular. Un país incomunicado es un país asustado.
¿Qué estamos esperando para obtener un servicio de calidad? acaso necesitamos una catástrofe para dar vuelta la cabeza a esas empresas que nos ofrecen servicios de comunicación y no tienen capacidad para cubrir la demanda en eventos como este y en algunos casos tampoco la tienen en normalidad.
Lastima, ¿habrá que resignarse y repetirse ?: es lo que hay.
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